Carlos del Carmen, Artista visual chileno. Nace en 1985 en la ciudad de Concepción VIII Región de Chile. A corta edad se traslada a vivir a Santiago, donde realiza sus estudios de educación básica y media en el Instituto Nacional. Es Licenciado en Ciencias y Artes de la Comunicación Visual (UTEM), Diseñador gráfico (UTEM), Postítulo en Diseño Editorial (Universidad de Chile), Diplomado en Fotografía (Escuela de comunicación ALPES).

Adopta su nombre del rescate de su herencia y novela familiar ligada al cristianismo, la migración campo-ciudad, la devoción por la Virgen del Carmen y sincretismos ligados a la identidad de género.

Su trabajo como artista ha basado su creación e investigación en la experimentación de posibles formas en que la fotografía se manifiesta como dispositivo de reflexión y pugna. Trabaja con formatos que presentan la ficción y la realidad, observando fenómenos basados en la interacción social y la identidad, en donde éstas se han visto truncadas, segmentadas o marginalizadas, con foco en la negociación con la realidad, la identidad de género, la posibilidad de la juventud y el constante pacto con el cuerpo.

Su obra deambula en la relación entre los conceptos: cuerpo y existencia e ideas acerca de la soledad, la tristeza, el tedio, la enfermedad y la constante crisis del ser humano; ideas arrojadas a una dramaturgia de lo cotidiano y al cruce con los formatos hipertextuales del video, pantallas, tecnologías móviles e internet como discurso estético. Estas ideas dan por resultado imágenes en donde el pixel y la ausencia de alta resolución parecieran ser un ejercicio constante.

La intimidad y el anonimato deambulan en su obra como un tópico casi transversal en donde personas de distintos lugares entregan al autor no solo su imagen sino la posibilidad de observar sus traumas e inseguridades, su cultura y formas de vida, fundiendo lo individual con lo colectivo, abriendo la posibilidad de inmiscuirse en espacios íntimos que no necesariamente se configuran desde sesiones de fotos in situ, sino más bien dan espacio a registros y acciones posibles de desarrollar a distancia, por webcam o correo electrónico. Estos procesos de interacción social entre autor e invitados dan por resultado proyectos editoriales, acumulación de imágenes, sitios web e instructivos.